jueves, 12 de abril de 2007

EL CINE Y LOS CUENTOS DE HADAS

En el post de Michael sobre Joe contra el Volcán surgió el tema de las películas que son cuentos, y me parece que el tema merece una entrada. Aquí está.
Cómo no empezar recordando al maestro Frank Capra: este emigrante italiano, que llegó a “la tierra de las oportunidades” recién cumplidos los seis años, debía sentirse él mismo un buen ejemplo de que el sueño americano podía hacerse realidad, y reflejó como nadie en la gran pantalla la honestidad, el tesón, la fe y los buenos sentimientos que se supone que construyeron América. Muchos de sus títulos son inolvidables: la genial “Arsénico por compasión”, por ejemplo. Pero a las que quiero referirme ahora es a dos deliciosas historias protagonizadas por James Stewart (¡por quién si no!): Caballero sin Espada (Mr Smith goes to Washington, 1939) y Qué bello es vivir (What a wonderful life, 1946). El hecho de que una de ellas fuera rodada inmediatamente antes de la Segunda Guerra Mundial y la otra justo después demuestra que el conflicto no influyó significativamente, ni para bien ni para mal, en el fondo de las convicciones de Capra, católico como era. Su mensaje permanece intacto: lo que de verdad importa en la vida es ser honesto, justo, generoso, trabajador, idealista, en fin, ser un hombre de bien. Y es significativo que en ambas películas la tentación que te aleja del camino recto es la tentación del poder. Otro aspecto en el que me parecen coincidentes, y que también encuentro en otras películas que comentaré más adelante, es la posibilidad de redención. En Qué Bello es Vivir la mano providente de Dios que cuida de su hijo y no le deja perderse es evidente, porque es explícita: viene un ángel y lo salva. Dios aprieta, aprieta pero bien, pero no ahoga. Concede una segunda oportunidad. En Caballero sin espada el protagonista no necesita ser salvado; en realidad él es el ángel, aunque no sea un ángel sobrenatural, que es enviado al senador Joseph Harrison Paine para sacarlo del océano de corrupción en el que está a punto de ahogarse.
Este mensaje, que la vida, o Dios, te deja opción para que rectifiques, para que mejores, incluso cuando tú mismo ya has desesperado, como George Bailey y el viejo senador corrupto, lo encontramos también en otras películas. Por ejemplo, en las de M. Night Shyamalan: el reverendo Graham. Hess de Señales, o el doctor Malcolm Crowe de El Sexto Sentido son personajes que han dejado de encontrar sentido a sus vidas. (El Dr. Crowe ni siquiera sabe que está muerto). Pero se les concede, de una forma tan evidentemente providencial que habría que estar loco para negarlo, un asidero que les devuelve la razón y la alegría y les permite aceptar su vida, o su muerte, con todo lo que trae consigo. Y que no sólo les salva a ellos, sino también a los que están a su alrededor. Al pobre niño “pirado”, a la desconsolada viuda, a los huérfanos, al conductor que se durmió, al hermano fracasado,…
En “La Milla Verde” de Frank Darabont también hay un ángel, disfrazado de negrazo un poco simple, que tiene absolutamente desconcertado a Tom Hanks. La película muestra que aún en el corredor de la muerte hay posibilidad de redención. Los convictos son mostrados del modo más amable posible, y los funcionarios que los vigilan los tratan con respeto y cariño. De esa forma uno percibe la sensación de que son rescatados. No de la muerte, pero sí, lo que es más necesario, del pecado. Hay excepciones, por supuesto, pero son una muestra de la perversidad que también hay en el mundo. Yo veo en este cuento una analogía bastante clara con la Redención, porque John Coffey es un hombre inocente, bueno, y que hace milagros, que carga con el mal que hay en el mundo sobre sus espaldas, y que termina siendo inmolado. El papel de Tom Hanks cuando acaba la película reconociendo que una vez mató a un ángel me hace pensar en el centurión reconociendo en Cristo al Hijo de Dios. No creo que tanto parecido sea casualidad. Desconozco la filiación religiosa de Darabont, hijo de unos refugiados húngaros que huyeron de su país tras la revolución del 56, cuando él aún era un bebé, pero hay mucho de cristiano en esta película. Su otra gran película hasta el momento, Cadena Perpetua, (The Shawshank redemption, 1994) es una obra extraordinariamente alegre y optimista, un canto a la esperanza y sobre todo al poder humanizador y, por qué no, también redentor de la amistad.
State and Maine de David Mamet y Mumford de Lawrence Kasdan inciden también en que a pesar de lo que hayas hecho, se te va a conceder la oportunidad de ser mejor. Yo pienso en el hijo pródigo siempre que las veo. Y aunque no contienen ningún elemento sobrenatural ni mágico tienen algo de cuento de hadas que las hace deliciosas. En la primera, aunque no se evidencia como en Señales la moraleja providencialista, todos los hechos se van sucediendo de tal forma que no pueden ser casuales. Esto me hace pensar en otra película que tengo un tanto difusa en mi memoria, pero que me produce la misma sensación: Magnolia, de Paul Thomas Anderson,1999.
Y, en fin, no os aburro más. Algunas de estas películas son demasiado modernas para que podamos verlas en nuestras reuniones sin saltarnos la regla de los diez años, así que os invito a que las disfrutéis en vuestras casas si no las conocéis. Otro día otra persona puede hablar de las que se han quedado en el tintero: La Princesa Prometida, El Secreto de los McCaan, Narnia, El Señor de los Anillos,…

11 comentarios:

remington steel dijo...

No sé por qué me pasa esto con el tamaño de la letra, pero soy incapaz de arreglarlo. El caso es que si lo edito el texto parece homogéneo.¿?

Oscar dijo...

Hice todo lo que pude y mejoró un poquito, ahora a ver si lo leo.

Oscar dijo...

Muy bien el artículo, plas, plas, plas.
Las películas Cadena Perpétua y La Milla Verde están unidas porque el guión está basado en historias de Stephen King, el rey del terror. Desconozco si este muchacho es católico, evangélico, episcopaliano, agnostiniano o virginiano, pero me inclinaría más por esto último. Desde luego, demuestran su capacidad para inventar historias.

remington steel dijo...

Sí, pero estas dos historias no son de terror. Y aunque Darabont y Stephen King están unidos, además, por el gusto por el terror, y él ha escrito el guión de Hannibal, lo cierto es que lo que mejor le ha salido por el momento son estas dos películas.

Michaeleen Flyn dijo...

Hay otras muchas que efectivamentew se pueden encuadrar dentro de los cuentos de hadas, pero creo que Remington ha hecho una buena distinción, porque las últimas que señala son más cuento (en muchas hay una alusión directa al cuento) que las primeras
Las primeras que señala en el fondo no son tanto un cuento sino una muestra de una cosmovisión concreta, y si no católica, sí por lo menos cristiana, en la que el perdón juega un papel fundamental. Tan fundamental que sin él no es posible que la vida continúe. O por lo menos que continúe normalmente. Efectivamente así ocurre en Magnolia y también por ejemplo, y aunque no sea una gran película en Campo de sueños.
Creo que una parte tan interesante como la gastronómica o el propio visionado de las películas es el comentario sobre el fondo de lo que cada uno ve en ellas, y si hasta ahora no nos habíamos metido por esos derroteros y ese ámbito estaba un poco cojo, creo que ahora vamos muy bien.
A lo mejor es deformación profesional del metomeentodo.
En cualquier caso, saludos.

Michael O'Leary dijo...

Bueno. Estoy flipando. La última intervención de Michaeleen con la alusión a Campo de sueños ya me ha acabado de deslumbrar. ¿No deberíamos poner publicidad en nuestro blog? ¡Quizás fuera un negocio!

Michaeleen Flyn dijo...

El otro día repasando en la filmoteca particular encontré otro cuento de hadas (con hadas y faunos y un horrible demonio rojo que quiere acabar con los unicornios qure representan el bien)del que apenas recuerdo nada. La película es Legend y lo único que recuerdo es una lucha entre el bien y el mal pero que al estar protagonizada por un jovencísimo Tom Cruise me imagino que serán un bien y un mal muy "esotéricos" ¿Recordáis algo de ella?
Y de hadas y fantástica, y lucha entre el bien el mal, es también Cristal Oscuro, que está protagonizada por muñecos de Jim Henson. Supongo que ésta no la habréis visto pero es otro clásico de un género que no sé muy bien cuál es. ¿Es para niños?

remington steel dijo...

No he visto Legend. En cambio Cristal Oscuro la vi en su día en el cine y yo tendría diez u once años. No recuerdo casi nada de ella.

remington steel dijo...

¿Alguien sabe quién entra a vernos desde San Fernando de Henares?

Anónimo dijo...

alguien podria decirme peliculas del tipo cuento de hadas, asi como la de "por siempre jamas", "la princesa encantada", "el decimo reino", con magia, princesita o similar, leyendas, maldiciones, con romance...
mandarme las opiniones a happy_bixita@hotmail.com
gracias
si necesitais algo ya sabeis

remington steel dijo...

Hola, Bixi. ¿Qué es exactamente lo que buscas? ¿Cine para niños o algo más general? ¿historias maravillosas con final feliz y triunfo del bien y del amor, o específicamente cuentos con seres fantásticos y mundos imaginarios como los de Tolkien o Ende? Porque este post es muy abierto, hablé un poco de todo...Tú dirás, y a ver si tú también nos das ideas. Bienvenido.