sábado, 20 de febrero de 2010

ME GUSTA QUE GANEN LOS BUENOS


Está claro que hay que dar un poco más de impulso a este blog. Si no lo hago yo no lo hace nadie. Y como la verdad es que no se me ocurre nada muy bueno acerca de lo que escribir, voy a contar las últimas pelis que he visto en el cine que me han gustado.

Hace un tiempecito vi Up. Más o menos cuando salió, y la verdad es que me pareció estupendo esto del 3D. Es muy espectacular y me parece una forma nueva y chula de ver el cine. Sin embargo, bien pensado, quizás no sea tan nueva; ¿me acuerdo yo mal o cuando éramos pequeños nos juraban en arameo que determinadas películas se veían en 3D con unas sospechosas gafas de cartón, totalmente ochenteras, con un ojo azul y uno rojo? ¿Y aquello funcionaba? Si es así, nos están vendiendo una moto con esto de la nueva tecnología 3D, pero supongo que la moto, una Kawasaki de 1000, era lo de los ojillos azules y rojos. Nunca fui al cine con esa pinta, así que, si nadie me la resuelve, me quedaré con la duda.

En fin. Up me gustó mucho. Me pareció muy dura para ser para niños hasta que comprendí que a ellos aún no se les forma ese nudo en el estómago que se me hizo a mi cuando él se quedó solo tras romper su hucha una vez tras otra para cuidar de su mujer. Me acordé de los diarios de Adán y Eva, y de mis abuelos.


Y un tiempecito antes de Up vi Gran Torino y Slumdog Millionaire. Está claro que estas películas casi se podrían proyectar ya en una reunión de los amigos de la arena, pero cuando se estrenaron yo no estaba en España. Y tuve que esperar. Me entusiasmaron. Las dos. Que se dice pronto. Ahora estoy rindiendo un homenaje a un famoso escritor del momento. Que escribe así. Y tiene mucho éxito. A quien me diga quién es. Le doy un premio. (Esto para retomar los juegos del blog, que estaban bastante bien)

Y un tiempecito más tarde, ¿qué vi que me gustó? Creo que últimamente no he visto nada salvo el último espanto de Woody Allen (¡Quién le ha visto en Hanna y sus Hermanas y en la maravillosísima Maldición del Escorpión de Jade y quién le ve en el horror de Si la cosa funciona!) y la espectacular Avatar. Un alarde de fuegos artificiales y New Age.

En el ínterin, y en formato pantalla pequeña vi Valkiria. Valkiria me entusiasmó porque pone de relieve la magnitud de Claus Shenk Von Staufenberg, que lamentablemente es interpretado por un cienciólogo que estoy seguro de que es incapaz de comprender los ideales que movieron a Staufenberg, su valor, su generosidad y el significado del ¡Viva la Santa Alemania! con el que murió fusilado. Satufenberg encarna lo mejor de la Alemania Católica que se opuso al ascenso de Hitler, despreció su pensamiento (o la falta de este), despreció los cargos que les ofrecía el Reich y finalmente salvó el honor de Alemania que puede decir que hizo lo posible, almenos una vez -y estuvo a punto de lograrlo- por enfrentarse a la pesadilla del exterminio, la aniquilación de la Alemania que conocían todos antes del 33 y el suicidio final de la guerra contra todos. Vamos, que este hombre debía tener una estatua en cada ciudad alemana y una calle en varias ciudades del mundo. Lamentablemente creo que no se le recuerda tanto como merece.

¿Y qué deduzco yo de estas cosas cuando hago memoria de las pelis que me gustan y las que no? Pues que soy de los raros del siglo XXI(me temo que todos los lectores de este blog lo somos). Porque creo que es bastante habitual que a la gente le guste “Si la cosa funciona”, que no vean nada chocante en “Avatar” (por entretenidísima que sea, y que en un mundo que no fuera el nuestro podría leerse en clave de cuento sin más), y que prefieran con creces a Tom Cruise que a Von Satufenberg. Un tipo lo bastante raro como para casarse con el casco porque se trataba de un “acto de servicio”. Supongo que toda la vida de ese hombre lo fue. Y, sin duda, soy de los raros porque me gustan las historias en las que los buenos son buenos, y con su esfuerzo y entrega ganan a los malos. ¿Eso es que me gustan los personajes planos? ¿Cómo se es bueno? ¿Cuánto hay que ser de malo para ser malo? ¿Hay que ser El Rafita para ser de los malos?¿Un chica como la de “Los hombres que no amaban a las mujeres” –película inspiradora para nuestra presidente-, ¿a qué distancia está de los buenos y a cuál de los malos?

En fin. Que al final, por suerte o por desgracia yo siempre de quien disfruto es del anciano que arrastra su casa voladora por cumplir la promesa a la mujer de su vida, del huraño honesto que muere con los brazos en cruz para proteger a los suyos, de los bailarines luminosos de Boollywood con sus bailes alegres y pasados que celebran como Jamal Malik salva a Latika tras mantenerse bueno en un mundo que le empuja una y otra vez a ser malo y de Von Staufenberg gritando Viva la Santa Alemania. Es posible que yo mismo sea un personaje plano. Pero me alegro de serlo.


4 comentarios:

Oscar dijo...

Qué difícil es ser plano. Ya lo decía Robert de Niro en la película aquella de Palmitieri. Lo difícil es levantarse todos los días y ser conductor de autobús. Lo difícil es hacer lo correcto. Lo otro, además de una chorrada, es la nada en el vacio (como la novelucha del tal Larsson en la cabeza del presidente).
Acabo de terminar "El nazismo en el tercer Reich", libro editado en 1941. Creo que mañana te lo llevo para que le eches un vistazo.
El post, me ha encantado. Y aunque lo pienso. No concluyo. Será que es tarde. Que estoy cansado. Que no leo a nadie actual. Joder. Nunca gano en estos juegos.

remington steel dijo...

No es sólo que ganen los buenos. Es que haya buenos lo que empieza a ser una rareza. La equidistancia entre el bien y el mal, o, lo que es peor, que nos vendan a un malo como si fuera estupendo, empieza a ser el pan nuestro de cada día. Lo de Robert de Niro yo se lo digo mucho a mis alumnos: si ser malo está chupado. Lo difícil es hacer lo que tienes que hacer. ¿Pero esa película no era de Robert de Niro? Aunque también trabajaba Palmintieri. Porque es Una historia del Bronx, ¿no?

Óscar Vara dijo...

La dirigió De Niro, pero la historia era de Palmintieri, incluso algo biográfica, si no recuerdo mal.

remington steel dijo...

¿Por cierto, yo puedo participar en el concurso de quién es el escritor, o no vale para empleados de la casa?