“Nunca ruedes con niños, ni con animales, ni con Charles Laughton”, decía el gran Alfred Hitchcock. Aunque él mismo repitió con sir Charles, en 1939 Jamaica Inn y en 1947 El Caso Paradine. Y salían niños al menos en El Hombre que sabía demasiado y en Los Pájaros, rodaje en el que el excéntrico director debió sufrir de lo lindo, porque, desde luego, también había animales. Este post quiere ser un homenaje a algunos de los niños que más nos han hecho disfrutar en el cine.
Pese a la opinión de Hitchcok, que posiblemente compartirá con otros directores, los productores deben saber que los niños son una buena baza en una película, al menos si te salen estupendos, como la Judy Garland de El Mago de Oz o el Freddie Bartholomew de Capitanes Intrépidos, como el Elliot de E.T., el Kevin de Solo en Casa o el Cole de El Sexto Sentido.
Una de las películas menos comerciales del más comercial de los directores del último cuarto del S. XX nos descubrió a un niño, casi un adolescente, que firmó con trece años el que ha sido el mejor de sus papeles hasta el momento. Christian Bale nos mostró una imagen intimista, a la vez tierna y dura, de la vida de los prisioneros durante la ocupación japonesa de Shangai, y muchos de los momentos por los que tuvo que pasar Jim durante los cinco años que duró su aventura permanecerán para siempre en mi memoria, desde el hambre de los primeros días, cuando intentaba sin éxito alguno rendirse a los soldados japoneses, hasta su impresión ante la explosión atómica de Hiroshima, cuando creyó contemplar el alma de la señora Victor subiendo al Cielo. Es curioso ver cómo introducir niños en una historia contribuye a mostrarnos de modo más crudo los horrores de la guerra, y al mismo tiempo consigue hacérnosla más humana, más soportable. Lo hemos visto también en “Enemigo a las puertas”, y, por supuesto, en “La vida es bella”, donde el pequeño Josué nos logra sorprender aún una última vez cuando le grita entusiasmado a su madre: “¡Hemos ganado, mamá. Era verdad. Hemos ganado el paseo en tanque!”
Para algunos de estos niños su intervención en una sola película ha supuesto el salto a la fama y el ingreso en la memoria colectiva de toda una generación, o de varias, aunque luego les hayamos perdido la pista o hayamos tenido que esperar a que se hicieran mayores para volver a encontrárnoslos. ¿Quién es capaz de mencionar más títulos del niño que hacía de Elliot, (se llama Henry Thomas, y sigue trabajando, pero quién lo sabe) o del hijo de Meryl Streep y Dustin Hoffman en Kramer contra Kramer? Otros, en cambio, han contribuido con su presencia a que muchas historias nos entusiasmen. Haley Joel Osment, además de en El Sexto Sentido, nos ha conquistado como el pequeño robot de Inteligencia Artificial, como el idealista de Cadena de Favores y, todavía antes de dejar atrás del todo la niñez, como el sobrino de Michael Caine y Robert Duvall en El Secreto de los McCaan.
Todavía hay una tercera clase de niños de película a los que vale la pena mencionar, los que no han pasado de ser secundarios pero sin cuya presencia las historias en las que participaron habrían perdido encanto o, directamente, no se habrían sostenido: desde la hermana pequeña de Tracy Samantha Lord en Historias de Filadelfia (No, mamá, el bulto es mío) hasta el hijo de Sam Baldwin en “Algo para recordar”, pasando por el deslenguado “nietastro” de Ethel y Norman Thayer de “En el estanque dorado”.
Me ronda, en cualquier caso, una duda por la mente. Es evidente que hay cine de chicas y cine de chicos, aunque esto no impida que a mí me encante “El Padrino” y a Michael O'Leary “Joe contra el Volcán”. Mi duda es si la presencia de niños tiende en general a “feminizar” una película. Tal vez sí, aunque creo que no siempre. Y un buen contraejemplo es la única película que se me ha ocurrido en la que se mezclan dos de los tres tabúes de Hitchcok: La noche del cazador.
15 comentarios:
¡Me has levantedo el tema!
No. Creo que la presnecia de niños no feminiza una película. Tengo amigos que reconocen haber llorado con El Imperio del Sol.
¿En serio tu idea era escribir sobre niños? Qué casualidad. ¿O era sobre El Imperio del Sol en particular?
Y, en cuanto al resto de tu comentario, no estoy segura de que no se contradiga a sí mismo. Quiero decir, una película que despierta el lado más sensible de cada uno no es el prototipo de cine masculino. No digo que los hombres no la puedan disfrutar. Pero cuando yo fui a ver Enemigo a las Puertas, aunque a todos nos gustó, las chicas salíamos gratamente sorprendidas, y los chicos en cierto modo decepcionados, porque todos esperábamos "otra cosa".
En clase de Carmen hay una ninha que es exactamente igual a Scout en Matar a un ruisenhor
Yo creo que feminiza o no dependiendo de la pelicula. Creeis que es muy femenina Camino a la perdicion???
Peliculas con ninhos que he visto hace relativamente poco y me han gustado: Little Miss Sunshine y The pursuit of happiness
No querias comentarios Remington??? No te quejaras hoy estoy super participativa
Gracias, Gorililla. ¡Camino a la perdición! No me había acordado. Pues,... no sé. Porque para ser una película de gangsters, es más tierna que Uno de los nuestros, ¿no?
Y la niña de clase de Carmen ¿lleva el pelo a tazón?
¡Ah! Y otra cosa, Gorililla: podías hacer algún comentario sobre las pelis que ves. ¿The pursuit of hapiness es la de Will Smith? Coméntala, y también la de Reign over me, a ver si me animo a verlas.
Si, lleva el pelo a lo tazon y su madre coincide conmigo en que es igual a Scout. Lo de meterme a critica....con lo bien quelo haceis los profesionales del blog como que me da verguenza. Las carcajadas de Oscar podrian ser sonoras
Ah, y no creo que sea lo mismo un toque de ternura que los ninhos inevitablemente dan que la feminizacion, no?
Gorililla, me sabe muy mal que pienses así de mi. Mis carcajadas serían estentóreas no sonoras....
EStaba pensando que los niños tienen una gran ventaja en el cine: sus ojos. ¿Recordáis la mirada del niño de Único Testigo o el de Secretos del Corazón?
Aunque también hay niños totales como el de la difícilmente clasificable Leolo, ¡qué película!
También esta dándole vueltas a la cosa esa de que un niño feminiza una película. Si no se llama Demian, claro.
Bueno, vale, ni Rigan tampoco.
Cuántas aportaciones. Único testigo y Secretos del corazón. Dos estupendas películas con niños.
No feminizan. Los hombres reivindicamos nuestro lado más tierno.
Pedro Zerolo.
Afortunadamente mi lado más tierno está de este lado de la calle.
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