miércoles, 1 de abril de 2009

HA MUERTO MAURICE JARRE

Yo y mis difuntos. Bueno, no voy a escribir una semblanza de Maurice Jarre, de cuya vida, por otra parte, no tengo el más mínimo conocimiento. Pero como mis dos funciones en este moribundo blog son las necrológicas y la labor de archivera, me parecía que los Amigos de la Arena debían recordar aquí a este señor, que compuso la banda sonora de unas cuantas películas de las que hemos visto una vez, o dos, o cien. Algunas le salieron tan redondas que son ya clásicos más allá de las películas de las que forman parte. Muchas, sin ser tan inolvidables, contribuyen a componer un todo que vale la pena. Colaboró con directores variopintos como John Huston, Alfred Hitchcock, Visconti, Paul Newman, Litvak, Adrian Lyne, Michael Cimino,... Trabajó en multitud de ocasiones con Peter Weir. Y, por supuesto, formó un duo inolvidable con David Lean. Las bandas sonoras de La Hija de Ryan, Pasaje a la India, y, sobre todo, Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, son una maravilla en sí mismas, y protagonistas principales de sus respectivas películas. Como participó en tal cantidad de obras, y como me cuesta elegir entre tal muestrario de botones, os voy a poner muchas y vosotros juzgáis. Las hay buenas, malas y regulares; las ordeno cronológicamente de más moderna a más antigua.

Un Paseo por las Nubes
La Escalera de Jacob
Ghost
El Club de los Poetas Muertos
El Cielo se Equivocó
Gorilas en la Niebla
Julia y Julia
Atracción Fatal
No hay Salida
La Costa de los Mosquitos
Enemigo Mío
Mad Max Más Allá de la Cúpula del Trueno
Único Testigo
Pasaje a la India
Top Secret
El Año que Vivimos Peligrosamente
El Hombre que pudo Reinar
El Hombre de Mackintosh
El Efecto de los Rayos Gamma sobre las Margaritas
La Hija de Ryan
Topaz
La Caída de los Dioses
La Noche de los Generales
Arde París
Doctor Zhivago
Lawrence de Arabia
El Día Más Largo

Pues esto es lo que hay. O, mejor dicho, es una parte de lo que hay. Su primer trabajo data de 1952, y el último de 2001. Cincuenta años poniendo música a muchas de las historias con las que hemos crecido. Lo que lamento es no saber acompañar este post del "Tema de Lara", o de la que es para siempre la música del desierto de Arabia, o de la melodía al ritmo de la cuál unos felices y despreocupados amish construían un granero con la colaboración del carpintero Harrison Ford, o aquella otra que acompañaba a un controvertido profesor de literatura mientras era llevado a hombros por un club de poetas muertos,... Ningún homenaje mejor que volver a escuchar su música, que volver a ver sus películas.